Ante la segura incredulidad de buena parte de la opinión pública española, que continúa señalando a Rusia como potencia extranjera que apoya al separatismo catalán, hemos sabido recientemente que la
Ante la segura incredulidad de buena parte de la opinión pública española, que continúa señalando a Rusia como potencia extranjera que apoya al separatismo catalán, hemos sabido recientemente que la